El lunes por la tarde, el Ministerio Público confirmó que los restos óseos hallados el 7 de junio en un domicilio de Villa Alemana pertenecen a Elena Hinojosa (55) y su hijo Eduardo Páez (27). Ambos fueron asesinados en 1996 por Hugo Bustamante, conocido como “el asesino del tambor” . La confirmación fue proporcionada por el fiscal jefe de la comuna, Osvaldo Basso, quien explicó que se recibieron los resultados de las pericias de ADN solicitadas al Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, específicamente a la sección de Derechos Humanos. “Estamos en condiciones de señalar que los restos encontrados corresponden a las víctimas que presumíamos” , afirmó Basso. Esta revelación se basa en una confesión realizada por Bustamante durante una entrevista con la periodista Ivonne Toro en junio pasado, en el contexto del libro “La niña Ámbar”. Bustamante, actualmente recluido en el Centro Penitenciario de Rancagua por violación y homicidio de la adolescente Ámbar Cornejo, había entregado una carta con la confesión sobre el asesinato de Hinojosa y Páez. En respuesta a esta información, la Fiscalía ordenó a la Brigada de Homicidios y al Laboratorio de Criminalística Regional de la PDI llevar a cabo las investigaciones correspondientes, que resultaron en el hallazgo de los restos humanos en el mencionado domicilio.
En un impactante giro de los acontecimientos, Hugo Bustamante, condenado por el brutal asesinato de Ámbar Cornejo, confesó a la periodista Ivonne Toro su participación en los homicidios de Elena Hinojosa y Eduardo Páez cometidos en 1996. Estas revelaciones surgieron durante una serie de entrevistas en el penal de Rancagua, donde Toro investigaba para su libro La Niña Ámbar. Según Ivonne Toro, quien visitó al criminal en repetidas ocasiones, Bustamante nunca mostró arrepentimiento por sus actos.A él no le pasaba nada, lo único que le importa es cómo salir de eso sin ser descubierto , sin que, ojalá, no encuentren el cadáver. Él solo piensa en él, nunca ve a la otra persona como persona , comentó Toro a Meganoticias Alerta, declaración revisada en el programa Mucho Gusto. Durante seis entrevistas, Bustamante fue interrogado por Toro sobre su culpabilidad y posibles crímenes anteriores. “Se lo pregunté directamente: ‘¿Tenías culpa?’ No, solo estaba pensando en cómo ocultar el cadáver” , afirmó Toro, quien notó que Bustamante siempre evadía cualquier signo de remordimiento. La relación entre la periodista y el criminal evolucionó hasta un punto de confianza tal que Bustamante se autodenominó psicópata. “Soy un psicópata. Yo estoy frente al espejo, me miro y digo soy un psicópata” , confesó a Toro. Fue en una de estas conversaciones que Bustamante ofreció lo que él llamó un “regalo” a la periodista: la confesión de dos homicidios adicionales. “Me has conmovido, te tengo un regalo... Antes de que yo diga nada, me dice: ‘sobre tu pregunta, anote’ y me dio estos dos nombres. ¡Fue súper impactante!” , relató Toro. Sin embargo, Bustamante se negó a proporcionar más detalles sobre estos crímenes, lo que no impidió que Toro, a través de su persistente investigación, lograra identificar a las víctimas.
El lunes por la tarde, el Ministerio Público confirmó que los restos óseos hallados el 7 de junio en un domicilio de Villa Alemana pertenecen a Elena Hinojosa (55) y su hijo Eduardo Páez (27). Ambos fueron asesinados en 1996 por Hugo Bustamante, conocido como “el asesino del tambor” . La confirmación fue proporcionada por el fiscal jefe de la comuna, Osvaldo Basso, quien explicó que se recibieron los resultados de las pericias de ADN solicitadas al Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, específicamente a la sección de Derechos Humanos. “Estamos en condiciones de señalar que los restos encontrados corresponden a las víctimas que presumíamos” , afirmó Basso. Esta revelación se basa en una confesión realizada por Bustamante durante una entrevista con la periodista Ivonne Toro en junio pasado, en el contexto del libro “La niña Ámbar”. Bustamante, actualmente recluido en el Centro Penitenciario de Rancagua por violación y homicidio de la adolescente Ámbar Cornejo, había entregado una carta con la confesión sobre el asesinato de Hinojosa y Páez. En respuesta a esta información, la Fiscalía ordenó a la Brigada de Homicidios y al Laboratorio de Criminalística Regional de la PDI llevar a cabo las investigaciones correspondientes, que resultaron en el hallazgo de los restos humanos en el mencionado domicilio.
En un impactante giro de los acontecimientos, Hugo Bustamante, condenado por el brutal asesinato de Ámbar Cornejo, confesó a la periodista Ivonne Toro su participación en los homicidios de Elena Hinojosa y Eduardo Páez cometidos en 1996. Estas revelaciones surgieron durante una serie de entrevistas en el penal de Rancagua, donde Toro investigaba para su libro La Niña Ámbar. Según Ivonne Toro, quien visitó al criminal en repetidas ocasiones, Bustamante nunca mostró arrepentimiento por sus actos.A él no le pasaba nada, lo único que le importa es cómo salir de eso sin ser descubierto , sin que, ojalá, no encuentren el cadáver. Él solo piensa en él, nunca ve a la otra persona como persona , comentó Toro a Meganoticias Alerta, declaración revisada en el programa Mucho Gusto. Durante seis entrevistas, Bustamante fue interrogado por Toro sobre su culpabilidad y posibles crímenes anteriores. “Se lo pregunté directamente: ‘¿Tenías culpa?’ No, solo estaba pensando en cómo ocultar el cadáver” , afirmó Toro, quien notó que Bustamante siempre evadía cualquier signo de remordimiento. La relación entre la periodista y el criminal evolucionó hasta un punto de confianza tal que Bustamante se autodenominó psicópata. “Soy un psicópata. Yo estoy frente al espejo, me miro y digo soy un psicópata” , confesó a Toro. Fue en una de estas conversaciones que Bustamante ofreció lo que él llamó un “regalo” a la periodista: la confesión de dos homicidios adicionales. “Me has conmovido, te tengo un regalo... Antes de que yo diga nada, me dice: ‘sobre tu pregunta, anote’ y me dio estos dos nombres. ¡Fue súper impactante!” , relató Toro. Sin embargo, Bustamante se negó a proporcionar más detalles sobre estos crímenes, lo que no impidió que Toro, a través de su persistente investigación, lograra identificar a las víctimas.